No es ningún secreto que el objetivo de todo comerciante es ganar mucho dinero, y reducir al mínimo el número de operaciones sin éxito. Para lograr esto, se requiere realizar una previsión correcta del comportamiento de los precios de un activo subyacente. Esto permitirá comprar justamente la opción que más tarde será la beneficiosa.
Pero no es tan fácil adivinar la dirección que tomarán los precios. Un pronóstico correcto no se basa en la intuición, sino en el análisis en profundidad de las condiciones del mercado. Solo este enfoque permitirá que exista una probabilidad del 60-70 % de que un negocio sea rentable. Esta probabilidad de obtener resultados positivos se considera aceptable. Si tu estrategia se basa en esa cifra o incluso en un mayor grado de probabilidad de obtener resultados positivos, entonces puedes estar confiado de que tu depósito va a crecer con seguridad. Es esencial mantener tu dinero bajo control.
No siempre, aunque el pronóstico sea correcto. ¿Qué se puede hacer en este caso? ¿Es posible hacer una opción rentable de una no rentable, o al menos reducir los daños?
En este sentido, el comercio de opciones binarias es considerablemente menos eficaz que los negocios en el mercado de divisas, donde existen un montón de opciones para sacar provecho hasta de la situación más difícil. Por ejemplo, existe la posibilidad de un cierre temprano de la orden. Además, un operador puede mover las órdenes pendientes, sacar beneficios y detener los niveles de pérdidas.
Los corredores de opciones binarias no proporcionan a sus clientes tantas opciones. Sin embargo, existen algunos trucos que pueden reducir el número de operaciones negativas y aumentar tus ganancias.
Inversión inversa
Esta técnica se puede utilizar independientemente del agente con el que se trabaje. Solo tienes que abrir dos posiciones, en direcciones opuestas. Esta técnica debe ser utilizada cuando el precio haya tomado la dirección equivocada.
Algunos operadores incluyen incluso el método de las inversiones inversas en su sistema comercial. ¿Cómo podemos ponerlo en práctica? Aquí tenéis un ejemplo. Tras hacer un del mercado por la mañana, se aprecia que es muy probable que el precio se cierre al final de la jornada siendo superior al precio de mercado. Así que decides comprar una opción de compra (Call). Unos minutos antes de que expire, abres el gráfico para comprobar la evolución del precio. Si el precio ha subido, entonces no tienes que hacer nada. Solo tienes que esperar a l cierre de la opción y meterte el dinero en el bolsillo. Si el precio ha bajado, y estás seguro de que en el tiempo que queda no va a volver a subir, abrirás una opción de venta (Put). El segundo precio de la segunda opción debe ser el mismo que el primero. Lo más probable es que una de las posiciones abiertas sea rentable, y podrás disminuir tus pérdidas.
Aunque este sistema no es muy rentable, tiene algunas ventajas:
- Dos transacciones al día.
- Ahorro de tiempo.
- Estabilidad.